En el mes de junio mis
compromisos profesionales me enviaban a la Universidad de Viena a presentar los
resultados de una investigación sobre la responsabilidad social de los
universitarios españoles, lo que aproveché para hacer un recorrido por varias
ciudades del centro de Europa: Lyon, Estrasburgo, Munich, Viena, Zurich y
Ginebra, empezando y terminando en Barcelona.
Algunas de estas ciudades ya las
conocía con anterioridad, por lo que he podido ver su evolución con los años.
Mis primeras impresiones han sido muy positivas, pues en todas ellas he podido
disfrutar de su belleza patrimonial y de sus joyas artísticas. Lyon es entrañable,
Estrasburgo impresionante, Munich seria, Viena seductora, Zurich atractiva, la
vieja Ginebra con su aplastante religiosidad y Barcelona cada día más
multicultural. Hemos recorrido sus partes más viejas, pero a la vez las más
atractivas, las más sugerentes.
La tradición cultural estaba
impresa en cada una de las calles, de las casas, de las iglesias, de sus
monumentos; ha sido un recorrido por la historia europea, con unas raíces
bastante comunes, aunque con su peculiaridad localista. Ciudades todas ellas
que tuvieron una gran impronta en algún momento de la historia y que han
logrado mantener algunas huellas de esas épocas para transmitirlas a la
Humanidad. Lástima que no nos sirvan
para aprender de los errores cometidos y volvamos a repetirlos una y otra vez.
El mestizaje cultural actual es
totalmente visible, el futuro pasa por ello, cuánto más se tarde en buscar y
encontrar los cauces de poder convivir en paz entre las diferentes culturas
peor será, no hay vuelta atrás, ya somos mestizos. Las experiencias en defender
a ultranza la pureza de las etnias, de las razas, de las religiones o de las culturas,
como la mejor forma de convivencia, han sido siempre nefastas y se han llevado
por delante a millones de seres humanos. Es deseable que no volvamos a caer en
esas barbaridades, la búsqueda del consenso no tiene tregua, aunque el
conflicto está servido, no hay nada más que darse una vuelta por estas
ciudades, de hecho se está haciendo patente en los últimos tiempos con los
atentados terroristas en territorio europeo, que se intentan resolver con
terrorismo de estado en otros lugares del mundo.
El concepto de "arte a tu medida" o arte duplicado nace del hecho comprobado de que muchos amantes de la pintura desearían poseer un determinado cuadro famoso que está fuera de su alcance. Para ese público exigente que no se siente satisfecho con una reproducción impresa, como los clásicos pósters o "láminas de calendario", hemos abierto esta galer la-voz.net/cesar-vallejo/
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