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sábado, 17 de octubre de 2015

Desigualdades en salud: ricos sanos, pobres enfermos.



Desde hace varios años colaboro con la Fundación Española de Contracepción y la Universidad de Alcalá de Henares en el Máster en anticoncepción y salud sexual y reproductiva. Imparto una lección sobre Desigualdades sociales en salud, en la que explico cómo hay factores sociales que determinan el grado de salud y enfermedad, tales como la pertenencia a una clase social, el género, la etnia o el territorio geográfico donde uno viva.
Incido principalmente en el factor económico, que es el que determina fundamentalmente la clase social o posición social. Desde los años 80 hay evidencia científica de que los que pertenecen a una clase social alta, con altos ingresos económicos, viven muchos más años y enferman mucho menos que los que pertenecen a una clase social baja. Esto traducido a años de vida puede suponer una diferencia entre 15 o veinte años. Esa evidencia ha logrado que muchos gobiernos europeos, entre los que se encuentra el español, hayan realizado estudios científicos para constatar esa información y como consecuencia diseñar estrategias y políticas de igualdad.
Ayer impartía esa lección en Madrid, en la IV edición del Máster, y conforme avanzaba las explicaciones me fui indignado cada vez más, pues si hay conocimiento científico que avale las grandes desigualdades de salud que hay entre los individuos y hay aprobadas políticas de igualdad, por qué entonces no se aplican y se destinan los medios necesarios para evitar esas diferencias que causan miles de enfermedades y muertes al año.

Eso se llama: INJUSTICIA SOCIAL.

martes, 13 de octubre de 2015

Generacíón selfie: Juan María González-Anleo Sánchez

 
El ensayo se inicia con un capítulo sobre las transiciones frustradas describiéndonos cuál es la situación de este grupo social y el papel que están cumpliendo las instituciones, incidiendo en los cambios que les han afectado en los últimos años: desinstitucionalización, diferenciación e individualización. En este primer capítulo también es interesante la deconstrucción del concepto “generación ni-ni”, así como la evolución de los conceptos “mileurista” y “mileurismo” a los de “miseurista” y “miseurismo”, lo que le permite ahondar en la precariedad económica de los jóvenes españoles y europeos. El segundo capítulo aborda la confianza social y descomposición del tejido social juvenil. Parte de la ruptura de consenso social europeo, logrado tras la segunda guerra mundial, en el que se fijaron las responsabilidades de todos los ciudadanos para conseguir un desarrollo económico y social y avanzar en la vida democrática.
En el siguiente capítulo analiza la desafección sociopolítica juvenil, que la basa en el desinterés por la política y la lejanía de los asuntos políticos, la pérdida de las coordenadas ideológicas tradicionales, la falta de fe en el sistema político y en los políticos, y la falta de participación política formal e informal. La apatía social y política de los jóvenes es planteado desde la complejidad de los sistemas sociales actuales junto a una saturación informativa. Otro tema que analiza con profundidad y rigurosidad es el de la religión en la juventud, comienza con el proceso de secularización desde la perspectiva sociológica clásica (Durkheim y Weber), fundamentándola posteriormente con datos empíricos actuales, entre los que destaca el que la generación selfie es la juventud europea a la que menos le importa la religión.
Finaliza el ensayo con un capítulo dedicado a lo que él denomina “generación selfie”, contemplándola desde diferentes perspectivas sociológicas: los guetos sociales de Lipovetsk y, las tribus ensalzadas de Maffesoli y las comunidades fluidas de Bauman. Su estudio representa a un colectivo que deposita cada vez más su confianza, sinceridad y fidelidad en la familia y en los amigos; para los que es muy importante la comunicación con los suyos y el divertirse; y cuyo rasgo principal es el de ser consumista.
Después de leer este texto uno puede ver el presente y el futuro de los jóvenes españoles con una gran incertidumbre e inseguridad, sin embargo el autor pone el acento en el cambio que se está fraguando en este colectivo “con una participación real en un destino común”, que no somos conscientes, pero que está ahí. Ojalá sea para bien, yo también confío en ello.
 'Generación selfie', Juan María González-Anleo Sánchez (PPC)