En esta semana se ha celebrado
una jornada sobre terrorismo islámico en la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de Toledo, lugar donde imparto docencia en la disciplina de
sociología. Me invitaron a participar en ella para que expusiera qué es lo que
hace que jóvenes europeos, hijos o nietos de emigrantes, se incorporen a las
filas de ISIS en su lucha contra las sociedades occidentales y en su imposición
del Estado Islámico.
En principio no hay unas causas
únicas y concretas, al contrario son muy variadas, además de que aún falta mucho
por investigar. Este fenómeno social es muy complejo, afecta de diversas
maneras a unos jóvenes o a otros; las causas que se citan en varios estudios
son: económicas, culturales, religiosas, antropológicas, familiares,
psicológicas, geopolíticas… etc. En mi intervención las agrupé en cuatro
grandes marcos: Mitología, Comunicación, Status juventud y Perfil sociológico.
En el primero de ellos, la
Mitología, destaqué los siguientes aspectos: 1. El Califato. Nostalgia de los
grandes imperios árabes (S. VIII-XVII) frente a Occidente. 2. La Hégira. Hay
que dejar el mundo donde se vive y emigrar a un lugar donde solo haya
musulmanes. 3. El fin del mundo. Siria es el combate final, el triunfo del bien
sobre el mal, el cual deben ganar los musulmanes.
Un segundo marco fue el de la
Comunicación. Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación están
a disposición del terrorismo, están usándolas magníficamente. Internet está al
alcance de la mano de cualquier europeo, sus plataformas virtuales y de
comunicación las utilizan para atraer y convencer a los jóvenes vulnerables. A
través de las redes sociales comparten sus inquietudes con sus grupos de
iguales y se radicalizan. Hay que resaltar también los videos que producen los
islamistas, son muy atractivos para este colectivo, tanto en su imagen como en
su contenido; difunden una cultura visual religiosa y una nueva vida con
valores de pureza, libertad o unidad musulmana frente a los enemigos.
En cuanto al status juvenil,
destaca que son jóvenes en crisis de identidad, igual que otros jóvenes en
cualquier parte del mundo o como ha ocurrido en otras épocas históricas de la
humanidad. Los jóvenes islamistas son antisistema en el que la yihad ha
reemplazado el mito de la revolución. Les atrae el ser héroes, la belleza del
combate, van a vivir historias fantásticas con matices históricos. Ellos se
sienten bellos, viriles, superiores, con sus metralletas van a matar a sus
enemigos; aspectos que se contemplan en los videos que está produciendo los
islamistas radicales.
ISIS les ofrece un proyecto
revolucionario, con valores de pureza y unidad musulmana; armas, coches, lujo,
una vida excitante lejos de su vida cotidiana aburrida, con una gran
incertidumbre. Les dice quiénes son sus enemigos, lo que les produce una
identidad de superioridad.
Por último, respecto a su perfil
sociológico, este colectivo de jóvenes europeos yihadistas es un grupo social
afectado por el paro, la pobreza, un bajo nivel educativo, poco o nada
integrado en la cultura occidental, inseguridad y violencia en su hábitat urbano,
lo que conlleva a una juventud frustrada, desarraigada y con pocas
posibilidades de futuro en Europa.
En concreto el perfil de los
jóvenes europeos yihadistas que han atentado en Europa son individuos que han nacido en
Europa, descendientes de inmigrantes musulmanes magrebíes o subsaharianos;
viven en un ambiente de exclusión y de creciente islamofobia; jóvenes
musulmanes frustrados en sus perspectivas vitales; con antecedentes penales o
vinculados con el terrorismo, muchos de ellos encarcelados anteriormente; su
propósito vital es pertenecer al Estado Islámico; y, tienen algún tipo de
sentimiento religioso.
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