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jueves, 15 de octubre de 2020

Ulises, de James Joyce. Una visión y percepción personal.




Hoy voy a hacer una entrada diferente, voy a jugar un poco a Joyce. A continuación voy a poner todas las notas que he ido tomando a lo largo de la lectura de Joyce, sin alterar nada de lo que escribí.

Descriptiva

Pensamientos interiores.

-     Diálogos.

-     Palabras nuevas.

-     Tiempos verbales diferentes en la misma frase.

-     Sonidos onomatopéyicos.

-     Dialectos o frases mal habladas.

-     Mezclar en el mismo párrafo: descripciones, pensamientos y diálogos.

-     Saltar de un tema a otro en la misma frase.

-     No poner comas, ni interjecciones… palabras sueltas seguidas.

-     Pensamientos un poco dispersos, como a mí me pasa.

-     Relaciona la música con el sonido de las palabras, o con sinónimos de esas palabras o palabras a medias. (cap. 11)

-   Costumbrista: comidas, música, bebidas (té, cerveza), el pub lugar de encuentro social, ropas, juergas, bebedores empedernidos.

-    Dadaismo: expresarse como uno quiera. Surrealismo a tope.

-    Nacionalismo, patriotas, himno nacional, exaltación tradiciones (juegos, música…), odio a los ingleses y a los judíos.

-   Diálogos de borrachos, se pasan de un tema a otro sin conexión ninguna: música, deporte (tenis, boxeo, carreras de caballo), sentencias judiciales, sexo-porno, nacionalismo, leyes, historia… exaltación de las tradiciones irlandesas.

-     Pasa de un lenguaje bronco y vulgar, a otro pastel, romántico y meloso.

-     De la introspección personal a la descripción de lo cotidiano.

-     Pensamientos, ensoñaciones, deseos, reflexiones sobre lo acaecido.

-     Pensamientos sexistas, en una sociedad machista-paternal, donde la mujer es un objeto.

-  El capítulo 15 es el más surrealista y esperpéntico. Irreverente, iconoclasta, nacionalista, republicano, laico, vulgar, poético, sin ninguna duda: genial. Su puesta en escena es magnífica, las imágenes se suceden unas a otras, con una enorme imaginación en formas y expresiones. Difícil de llevar al cine o al teatro, pero hubiera sido ideal para una película de Buñuel, Dalí, Saura, José Luis Cuerda… Su plasticidad es enorme.

-    Después de una noche de juerga los discursos, las expresiones o los exabruptos son aburridos, disparatados, filosóficos, cada uno a lo suyo. Hay momentos muy marxistas (de Groucho, claro). Una vez más la religión, la independencia de la malvada Gran Bretaña, el sexo, la música y la bebida están presentes en antros nocturnos. Pasa de lo más excelso (música, salones, gente educada y adinerada) a las boñigas del caballo. Una narrativa genial, un dominio del lenguaje maravilloso.

El último capítulo es un monólogo de Molly, la mujer del protagonista. Los que padecemos alguna vez de insomnio conocemos muy bien el salto de un tema a otro e un pensamiento sin límite de tiempo y de múltiples aspectos a los que dar vueltas y vueltas hacia atrás, hacia adelante. Son unas cien hojas sin ningún tipo de puntuación, todo seguido, como en los duermevelas o en las parrafadas de las personas que no dejan hablar a nadie y solo les interesa soltar su discurso interminable.

2 comentarios:

  1. Voy por la mitad y me está encantando.
    Muy de acuerdo con tus comentarios, compañero.

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    1. Es un texto difícil, pero merece la pena llegar hasta el final, es genial. Un abrazo, amigo.

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