¡Cuidado entras en un blog peligroso!

Este es un lugar donde me expreso libremente y comparto con todo el que quiera mis inquietudes.



sábado, 3 de febrero de 2018

Cultura material e inmaterial: Cisneros, Voltaire y Rousseau

Desde la perspectiva sociológica distinguimos como elementos básicos de la cultura la parte material y la inmaterial; la material incluiría todos los instrumentos, los productos, las tecnologías… que se utilizan en la vida cotidiana de los individuos, mientras que en la segunda estaríamos hablando de creencias, ideologías, valores, normas, costumbres… Es decir, lo que podemos ver o tocar, o bien lo que construimos en nuestra mente. Sin olvidar que todo lo material tiene su significado inmaterial. Todo esto viene a cuento por mi asistencia a dos eventos cultuales en esta semana invernal: Una exposición sobre Cisneros en la Catedral de Toledo y la representación teatral de Voltaire/Rousseau. La disputa en el teatro María Guerrero, en Madrid.
La exposición de Cisneros es fantástica, esplendorosa, donde podemos contemplar esa cultura material del Siglo XVI, que fundamentalmente era controlada por los poderes político y religioso. Son obras preciosas, que van desde esculturas, joyas, libros, telas, telares…, que las mandaban hacer esos poderes para impresionar, para demostrar su fuerza, su poderío a todos los demás. La verdad es que un gran placer admirar esas obras de arte, cómo el ser humano es capaz de sacar del alabastro, del mármol, de la madera, del hierro, esas piezas de enorme belleza. La obra que más me ha impresionado ha sido una Virgen con Niño, del siglo XV, realizada con alabastro, nada más que por poder admirarla me ha merecido visitar la exposición. Sin embargo, al pasear por esa Catedral tan inmensa y ante tanta riqueza no puedo dejar de pensar en la pobreza y la sumisión de la gran mayoría de las gentes de esa época por unos pocos que creían ser los elegidos por Dios y, como consecuencia, hacían y deshacían como les venía en gana.
En la representación teatral en Madrid he asistido a una interpretación magnífica de dos actores: Flotats y Pere Ponce, aunque para mí el primero de ellos me sigue enamorando con sus grandes dotes interpretativas, ese sí que es un Grande, de verdad; con qué naturalidad, sencillez y elegancia hacía el papel de Voltaire. La obra es un diálogo entre estos dos filósofos del Siglo XVIII, donde cada uno defiende su pensamiento y de una manera razonada intenta rebatir los postulados del otro. Cuestiones como la tolerancia religiosa, el racionalismo, el humanismo, la cultura, la naturaleza, la sociedad, la política, etc. son tratadas y discutidas de una manera tan rigurosa; qué envidia al ver a dos grandes pensadores dialogar de una manera tan inteligente y sobre aspectos tan importantes para la sociedad de su tiempo.
 
De esas dos partes de la cultura me quedo con la inmaterial, me siento mejor con el pensamiento que con el oro y las joyas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario