Saskia Sassen (2015), Expulsiones. Brutalidad y complejidad en
la economía global, Katz, Madrid.
En este texto la socióloga Saskia
Sassen analiza de una manera científica y rigurosa las consecuencias sociales
tan brutales que están acaeciendo en todo el mundo debido a la avaricia de las
grandes corporaciones en esta última etapa del capitalismo avanzado, donde no
interesan las personas, sino solamente el afán de lucro. Su principal tesis es
que los análisis sociológicos que se realizan se basan en unos indicadores, que
si bien tienen alguna utilidad, ella considera que hay que cambiar la
metodología e incidir en otros indicadores tal vez transversales y poniendo la
vista no solo en los entornos más cercanos, sino ampliarlos a otros países y
otros continentes.
Tesis que la
fundamenta principalmente en que estamos pasando de un mundo donde se trataba
de que la mayoría de las personas fueran incluidas, en la medida de lo posible,
en la organización de la sociedad y pudieran ser partes activas en la misma, a
un mundo exclusivo, donde cada vez hay más personas excluidas desde sus
entornos sociales más inmediatos a los más lejanos. Donde las economías se
están contrayendo y la pobreza se está ampliando, donde la desigualdad aumenta
y la riqueza se concentra en muy pocas manos. Nos habla de que esto es
consecuencia no solo de elites económicas, empresariales o políticas, sino de “formaciones”
predatorias, que son una combinación de las elites, sus capacidades sistémicas
y el mundo financiero (agrupaciones de actores poderosos, mercados, tecnologías
y gobiernos). En este primer capítulo aborda también el rápido crecimiento de
los beneficios empresariales, el incremento los déficits gubernamentales, los
grandes desplazamientos de personas en el Sur global y el elevado internamiento
de presos en el Norte global.
En un segundo
capítulo pone el acento en el aumento de la compra de tierras en todo el
planeta por países o corporaciones extranjeras, que si bien constata como este
hecho se ha dado siempre, en los años más cercanos está teniendo un gran aumento
debido a la mayor demanda de cultivos industriales y alimenticios, así como a
que es contemplada como una buena inversión económica por las grandes
corporaciones. Ello ha supuesto expulsiones de agricultores e incluso de
pequeños núcleos de población, desplazamientos de personas o degradación de la
flora y la fauna, llegando incluso a producir hambre en ciertas poblaciones y
alterando las economías locales y la autoridad del Estado sobre su territorio.
En otra parte
del texto describe y analiza cómo las finanzas refuerzan su valor económico,
mientras que las familias y los gobiernos lo pierden. Las hipotecas subprime, las permutas de
incumplimiento crediticio, la pérdida de confianza de los inversores y el
rescate de los bancos con dinero público conllevó a un bajo crecimiento
económico y al incremento de la pobreza de las familias y de los gobiernos.
Otros aspectos
que trata son los relacionados con el deterioro medioambiental que se está
produciendo en el mundo entero, sobre todo con las destrucciones de la calidad
de la tierra, del agua y del aire, como consecuencia de los monocultivos, del
cambio climático o de los desechos industriales; el envenenamiento por culpa de
las manufacturas, de la minería, de las radiaciones nucleares. Las
consecuencias de todo ello ya no afectan únicamente al entorno donde se produce
directamente estas agresiones, sino que ello provoca destrucción también otros
lugares más apartados. Sassen concluye
este apartado con la siguiente frase: “demasiados ciudadanos y demasiado de la
biosfera son sometidos al uso y al abuso, sin ninguna consideración por su
salud o su prosperidad”.
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