Hace unos días fui a comprarme un
cargamento de droga para el verano, fueron varias “papelinas” que me harán viajar
a muchos niveles, una de ellas fue el libro de Xavier Aldekoa: Hijos del Nilo. En principio lo escogí
por ser un libro de viajes, y ya que últimamente lo de salir al extranjero no
puedo, pues decidí hacerlo con la imaginación y la ayuda de la literatura.
Mi sorpresa inicial fue que de
libro de viajes había muy poco, si es cierto que el periodista/escritor
recorría el curso del Nilo, y que relataba las maravillas naturales y las
construcciones de las personas que habían habitado esos lugares, pero para mí
lo más importante, lo que más me ha impactado es su análisis histórico, social
y cultural de esas poblaciones a lo largo de miles de años.
Análisis que me ha llevado a
conocer y comprender mejor esa parte del continente africano tan desconocida
por los occidentales. Una historia plagada de periodos de esplendor, pero tras
la cual siempre han existido las desigualdades sociales, la opresión, la explotación
de la gran mayoría de la personas para disfrute de unos pocos, el odio al
diferente, las guerras, las persecuciones. Cuestiones estas que en los últimos
cincuenta años, y sobre todo en lo que vamos de siglo, han ido a más. Países
que tienen recursos naturales suficientes para vivir cómodamente y una gran
diversidad cultural, que les permitiría afrontar un futuro tranquilo y
placentero, pero que por los intereses económicos y geoestratégicos de las
grandes potencias son países destrozados, con gentes viviendo en la miseria más
absoluta y con una gran incertidumbre.
Xavier Aldecoa nos transmite una situación
angustiosa, terrorífica en algunos momentos, pero también nos habla de la
amabilidad, solidaridad, hospitalidad de esas gentes, que aun viviendo de esa
manera, son capaces de sacar lo más positivo de los seres humanos.
Son los periodistas como Aldekoa,
o los cámaras o fotógrafos, que jugándose en algunas ocasiones hasta sus vidas,
nos dan a conocer la realidad de esas personas, de esas sociedades, que los
poderes económicos y políticos tratan de esconder con el beneplácito de las
organizaciones internacionales.
Un libro para viajar, para
disfrutar, y para conocer sociedades y culturas.
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