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lunes, 21 de agosto de 2017

Totalitarismo: la destrucción del individuo, la familia y la sociedad

La característica principal de cualquier tipo de totalitarismo es la destrucción del individuo y, como consecuencia, la de todas las instituciones que él construye.
 
Cuando va a comenzar el verano se divulgan por diferentes medios (redes sociales, amigos, periódicos, revistas…) listas de libros para poder leer durante esa etapa. De los que he escogido este año resalto dos: El astronauta de Bohemia, de Jaroslav Kalfaîr, y Patria, de Fernando Aramburu, debido fundamentalmente a que ambos analizan y describen cómo los totalitarismos destruyen los cimientos de las sociedades.
 
El primero de los textos es una novela de ficción basada en las peripecias de un astronauta checo, cuya vida ha estado marcada por el pasado de su padre, un torturador en la época comunista en Checoslovaquia. Ese peso paterno determinó su vida personal, familiar y social, impidiéndole desarrollarse como un individuo libre. La narrativa es lenta y, a menudo, bastante aburrida, aunque es interesante su parte introspectiva con acentos irónicos. En algunas de las recomendaciones para leerlo decían que tenía una carga de humor, yo no se lo he visto por ningún lado.
 
Patria es una novela que transcurre en el País Vasco en los años de terror propiciado, fundamentalmente, por ETA. Este texto está siendo un éxito literario en España, mis amigos y familiares me hablaban muy bien de él, a mí no me apetecía leer sobre el conflicto vasco, pues es un tema sobre el que yo he leído bastante, sin embargo debido a la presión he acabado dedicándole unas horas de mi descanso veraniego. Me ha aportado muy poco sobre la cuestión histórica y política, no así sobre la vida cotidiana de los vascos y su personalidad; los personajes femeninos de las madres de las víctimas de las dos partes del conflicto han sido lo más interesante de la novela, sobresaliendo también su narrativa, que te mantiene en alerta y te hace disfrutar de su lectura.  
 
Ambos libros me han hecho reflexionar sobre el terror de vivir en sociedades no democráticas, donde unas minorías o unas élites políticas intentan imponer sus ideas, sus pensamientos, sus comportamientos, sus valores a todos los ciudadanos, impidiendo la libertad del ser humano a decidir. Si bien, yo apuntaría también que hay que tener presente que en las llamadas sociedades democráticas hay élites que, en nombre de la libertad individual, tratan (y logran) imponer su cultura totalitaria de una manera más invisible y edulcorada. 
 
Estas dos novelas están escritas desde una misma perspectiva, lo que no quiere decir que sea la única, pues el caleidoscopio es muy variado.
 
P.D. El pasado jueves el terrorismo islámico ha cometido una de sus masacres en la ciudad de Barcelona, un ejemplo más de los que quieren imponer su cultura a los demás.