En estos momentos donde se está
fraguando una nueva sociedad (desde mi punto de vista, por supuesto), cuando la
política (o mejor dicho, los políticos) está siendo tan cuestionada, y en el
punto de mira está el futuro de la democracia, es necesario que conozcamos con
más profundidad las actitudes y los comportamientos de los jóvenes, en particular
de los jóvenes españoles. Para ello es muy recomendable el artículo del joven
sociólogo español Juan González-Anleo: “La pérdida de las raíces sociales de la
acción política juvenil”, publicado en el año 2011 y que se puede acceder a él
en la siguiente dirección electrónica:
Aborda diferentes aspectos tales como: el desinterés por
la política, el distanciamiento de las prácticas formales e informales de la
acción política, las actitudes hacia los grupos y los movimientos sociales, la
participación social y la rebeldía.
Destaco algunas de sus conclusiones:
1. La
desafección política de los jóvenes puede explicarse, al menos en parte, poca
duda cabe, como una reacción al distanciamiento y menosprecio político del que,
como hemos visto, son perfectamente conscientes.
2. Un
joven, en definitiva, alejado hasta límites inconcebibles del interés básico
exigido por la integración política del ciudadano.
3. Un
joven al margen prácticamente de cualquier tipo de inquietud ante lo que sucede
más allá de su ámbito íntimo, un joven a-social y a-político, carente de la
que, en opinión de Hannah Arendt, constituye la primera de todas las virtudes
políticas, la valentía para arrojarse al mundo y para enfrentarse a él.
Cuando
leo estos análisis sociológicos, que me aproximan más certeramente a la
realidad de mi país, me asaltan muchas preocupaciones sobre el futuro que nos acecha,
esperemos que las minorías de jóvenes
ganen la batalla.
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