Este año estoy pasando las
vacaciones de Semana Santa en Sevilla (mi segunda ciudad de residencia). El
lunes Santo tuve el privilegio de que mi amigo sevillano Jesús Casado me
hiciera viajar al interior de esta manifestación laico/religiosa, viendo
aspectos muy desconocidos para mí y sintiendo la emotividad de la misma. En
palabras de María Zambrano volví al Mito, me encontré con un cuento prodigioso
en el que todo es posible: “las culturas primitivas –primarias- están formadas
exclusivamente de esos grandes cuentos que son los mitos en que los dioses
andan mezclados con los hombres”.
Una multitud de individuos
volcada a la calle con necesidad de ver y sentir, unos corriendo de un sitio
para otro para ver a su(s) cristo(s) y a su(s) vírgenes(s), otros (los no
lugareños) dejándose llevar, otros (la mayoría de los extranjeros) alucinando,
los jóvenes buscando fiesta y escaparse de sus mayores, los excluidos arropados
bajo sus cartones pasando de todo (o casi todo). La música, el incienso, el
azahar, las saetas, los finos, las tapas, el botellón, el bocadillo, las
cervezas… reactivaban tus sentimientos e
influían a crear un ambiente lúdico donde uno forma parte de un todo, respirando
por todos los poros paz y tranquilidad. Por supuesto, a ello contribuye también mucha de la
imaginería.
Destacaría dos aspectos: la
música y la masa. La música, como castellano estoy acostumbrado a una música semanasantera fría, ruidosa, metálica y
reiterativa. Aquí, en Sevilla, ha sido el gran descubrimiento, qué maravilla,
eran conciertos en directo en todos los barrios del centro de la ciudad, con
una ejecución magistral. El otro aspecto que más me ha llamado la atención ha
sido la masa (claro, es que soy sociólogo), el individuo desparece como tal,
forma parte de una masa humana, perdiendo su individualidad, pero a la vez
contribuyendo a la cohesión de la sociedad sevillana. Vuelven a lo primitivo, a
formar parte de una comunidad, a ser inocentes. El lunes de Pascua les
devolverá a la dura realidad. Como me gustaría que ese sentimiento de comunidad
se trasladara a la lucha social contra los poderosos.
Para los que quieran profundizar
en el tema mi amigo Jesús recomienda estos dos libros: La Semana Santa de Sevilla - Conformación, Mixtificación y Significaciones
de Isidoro Moreno publicado en 1982, la 'biblia' que cuestionó el discurso
nacionalcatólico del franquismo; y, Semana
Santa en Sevilla de Eugenio Noel, publicado en 1916, que parece ser que es
considerado por algunos como “blasfemo y herético”.
EL Cristo de los Estudiantes
Querido colega,
ResponderEliminarEl tal Jesús Casado es uno de los más conocidos portavoces de esa panda de modernos heréticos que en el siglo pasado se quedaron fascinados con el aspecto más teatral de una manifestación profunda y tradicionalmente católica. Y además NO es de Sevilla. Cuídate de las malas compañías
Qué le vamos a hacer, siempre he estado rodeado de malas compañías, es más emocionante. De Sevilla, Sevilla, no, pero sí de un pueblo al ladito de ella.
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